Escribirte no es, ni sería, tan fácil como yo pensaba.
¿Es la realidad parte del encuentro? Yo sólo sé del deseo de que seas quien quieras ser en libertad, que estés volando como dicen. Y de ser yo tan sólo la que soy. De besos para que vayas, vuelvas, despiertes y me encuentres. De emociones que aguardan el destello, un chispazo. De lograr que el placer de ese instante esté acompañado por el susurro de la vida al oído, aventurándote la posible muerte del destino.
Sólo sé que no estaba dormida, no estaba dormida… Sólo estaba cerrada. Te he recordado mucho estos días, no entiendo porque, digo...tu eras casi todo para mi, ahora, hay alguien que lo es todo pero es distinto. A ti te amaba desde joven, desde los 15, pero solo hasta que tu te fuiste.
Todos los días te recuerdo y me duele en el alma que te desaparecieras y te esfumaras 2 metros bajo tierra, te extraño...
miércoles, 14 de septiembre de 2011
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